Para un administrador de sistemas, el último desperdicio de tiempo es cualquier tarea que podría ser eliminada si sólo tuviéramos tiempo para construir la infraestructura para hacer que ese trabajo pesado desaparezca. En otras palabras, la técnica definitiva de gestión del tiempo para un administrador de sistemas es una buena infraestructura de TI.
Las tareas estratégicas son las que tienen que ver con la planificación a largo plazo, como la elaboración de una política de seguridad, la obtención de la aprobación de la dirección y el despliegue de la política. Las tareas tácticas son tareas específicas relacionadas con un proceso concreto, como formatear un disco duro o instalar un nuevo PC.
El problema es que estamos tan ocupados con las tareas tácticas que nunca sentimos que tenemos tiempo para el trabajo estratégico. Estamos tan ocupados fregando el suelo que no tenemos tiempo para arreglar el grifo que gotea.
No tendrá que dedicar tiempo a repartir direcciones IP si despliega un servidor DHCP. No tendrá que pasar días arreglando problemas de seguridad si dispone de un programa de seguridad moderno y omnipresente con cosas como la actualización automática de la detección de virus/malware/spam, redes autodefensivas y políticas respaldadas por los más altos niveles de gestión. No pasarás tardes depurando problemas extraños de Windows que resultan ser ligeros errores de configuración si tienes una infraestructura que automatiza la instalación del sistema operativo para que cada máquina nueva empiece bien. No pasarás noches restaurando los datos de las cintas de copia de seguridad si tienes una infraestructura de servidor que incluye la energía adecuada, la refrigeración y el almacenamiento redundante (RAID). (No es que el RAID sustituya la necesidad de hacer copias de seguridad para la recuperación de desastres).
La clave está en dedicar tiempo a los proyectos estratégicos. Anótelos en su calendario y programe tiempo para los pasos individuales de su lista de tareas. Mi regla es tener siempre un proyecto estratégico en marcha. Me gustaría tener 50, pero si me disperso demasiado, no conseguiré hacer ninguno. Es mejor elegir un buen proyecto que se haga que empezar 50 que nunca se terminen. Los consejos de la sección “Priorización para el impacto” del capítulo 8 le ayudarán a reducir el número de proyectos. Consiga un consenso sobre el proyecto que tendrá el mayor impacto, y haga que todo el equipo trabaje en él hasta completarlo.
Si buscas un buen libro sobre este tema, te recomiendo The Practice of System and Network Administration. Tiene más de 700 páginas y es muy completo. Sin embargo, soy un poco parcial.